Elegí la música para mi proyecto Shorashim porque me conecta con mi familia y mi herencia judía de una manera especial.
A mi papá le gusta mucho la música y siempre me hizo escuchar una gran variedad de géneros. Desde música clásica hasta thrash metal, escuchamos de todo. Algunos de mis recuerdos favoritos son cantar con él camino a la escuela. La música siempre ha sido una forma de vincularnos y compartimos mucho a través de ella.
Pero la música es más que una actividad de unión con mi familia. También es una parte importante de nuestra herencia judía. El papel de la música en el judaísmo se remonta a siglos atrás. La música se ha utilizado para expresar alegría y tristeza, alabar a Dios y conectarse con lo divino.
A través de mi proyecto Shorashim, aprendí más sobre la historia de mi familia y el papel de la música en nuestras vidas. Cuando escucho las mismas canciones que disfrutaban mis abuelos y bisabuelos, y sobre todo, cuando escucho sus voces, siento una conexión con ellos y con mi pasado. Siento que soy parte de algo más grande que yo.